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Obtener beneficios económicos es lo más notorio de la EFICIENCIA de la PRIVATIZACIÓN de los servicios públicos. En el Hospital Universitario de G. C. Dr Negrín, tenemos un claro ejemplo de cómo un edificio nuevo que costó más de 30.000 millones de pesetas del dinero público, en tan solo trece años ha sufrido un vertiginoso deterioro. Con un personal mal pagado, se han hecho expertos en cambiar TORNILLOS POR VERGUILLAS, y dejando a un lado el retraso de las pequeñas reparaciones hasta la indignación de los usuarios o el cambalache de sustituir fluorescentes de plantas en reserva por los fundidos en las zonas abiertas, la negligencia de la empresa adjudicataria actual nos ha puesto en muchas ocasiones al filo de situaciones muy críticas.
Casi desde que asumieron el servicio de mantenimiento del Hospital, su negligencia se puso de manifiesto con la ausencia de control de los fluxores que motivaron que se vaciaran completamente los depósitos generales, dejando toda una noche sin agua de abasto el edificio, hospitalización incluida. En un corte de suministro de Endesa, tras entrar los grupos electrógenos, uno de ellos se paró cuando por falta de agua de refrigeración saltaron todos los térmicos, provocando un corte de corriente a todo el sector A del edificio durante veinte minutos.
Otra situación crítica son los frecuentes fallos de alimentación de agua destilada al servicio de Diálisis, desde la planta de ósmosis durante más de 30 minutos, por falta de rigurosidad en el control de la empresa adjudicataria responsable.
Recientemente, durante más de 12 horas, quedó parado el Centro de Procesos de Datos de Informática, por un fallo de alimentación eléctrica y del sistema de aire acondicionado, fundamentales para los equipos de alta tecnología. Se tardó unos tres días en parchear el problema y más de un mes en restablecer la normalidad del sistema.
Casi desde que asumieron el servicio de mantenimiento del Hospital, su negligencia se puso de manifiesto con la ausencia de control de los fluxores que motivaron que se vaciaran completamente los depósitos generales, dejando toda una noche sin agua de abasto el edificio, hospitalización incluida. En un corte de suministro de Endesa, tras entrar los grupos electrógenos, uno de ellos se paró cuando por falta de agua de refrigeración saltaron todos los térmicos, provocando un corte de corriente a todo el sector A del edificio durante veinte minutos.
Otra situación crítica son los frecuentes fallos de alimentación de agua destilada al servicio de Diálisis, desde la planta de ósmosis durante más de 30 minutos, por falta de rigurosidad en el control de la empresa adjudicataria responsable.
Recientemente, durante más de 12 horas, quedó parado el Centro de Procesos de Datos de Informática, por un fallo de alimentación eléctrica y del sistema de aire acondicionado, fundamentales para los equipos de alta tecnología. Se tardó unos tres días en parchear el problema y más de un mes en restablecer la normalidad del sistema.
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